Escrito por: Cristina Suárez
Fotografía: Rafael García
Vídeo: Borja Rebull
Marcos Rodríguez no pudo evitar que le temblaran las piernas cuando fichó por primera vez en la estación logística de Amazon en Leganés (Madrid). Sobre el suelo del parking lucía una bandera LGTBQ+, y eso solo añadió más peso al nerviosismo propio de un primer día en un nuevo puesto. Había «salido del armario» como hombre trans en 2021, justo cuando la organización FELGTB le ayudó a reubicarse en el mercado laboral tras varias experiencias dolorosas. «Me daba mucho miedo que la bandera estuviera sobre el asfalto no como reivindicación, sino como una que cualquiera pudiera pisar. Eso demuestra las expectativas que traía», reconoce. Ahora, cada vez que recorre los metros que separan el vestuario de la actual estación logística en la que trabaja lo hace acompañado de la misma bandera, esta vez pintada a lo largo de la pared y acompañada de una frase que pulveriza cualquier duda: «No se trata de ser todos iguales, sino de aprender a respetar las diferencias».
La historia de este joven de 26 años le ha llevado a convertirse en el altavoz del colectivo en Amazon. No lo buscó, pero hubiese acabado donde está de cualquier forma: incansable, aprovecha cualquier conversación para concienciar sobre la realidad de este colectivo en España. Por eso, aprovechó la oportunidad y, a raíz del programa de inserción sociolaboral “Yes, we trans” y las charlas “Yes, we talk” promovidas por la compañía de comercio electrónico en colaboración con FELGTB, dio una primera conferencia a sus compañeros en la cafetería con tal éxito que volvió a repetir su discurso en otro encuentro, esta vez para Amazon en España y en Europa. Y no acaba aquí: para 2023, tiene pensado acudir a otros almacenes para abrir los ojos de un mercado laboral donde el 80% de las personas trans no tienen empleo.
Es fundamental que en el entorno laboral
se hable de qué es ser cis, trans, gay,
bisexual o asexual
Sin duda, lo que más asusta son las burlas, que alguien te discrimine cuando no has hecho nada malo, solo por ser quien eres. Porque primero vienen las risas y los comentarios, pero después las burlas abiertas y, finalmente, las agresiones. Por ejemplo, en un trabajo, una amiga pidió que por favor le llamasen por su verdadero nombre, y los compañeros se rieron en su cara. Esos insultos te hacen pensar que lo más fácil es ocultarte, ir con otra imagen a tu trabajo y, directamente, mentir. Yo lo hice durante mucho tiempo.
Soy consciente de que quizá es algo difícil de comprender para una persona que no sufre esta discriminación, que España lo está pasando muy mal con la crisis económica y que todos los puestos de trabajo son muy codiciados, y por tanto, difíciles de conseguir. Pero no poder optar a ellos, simplemente, porque te pongan pegas a la hora de hacer el contrato con un nombre que ya no te corresponde es terrible. La vida fuera ya es lo suficientemente complicada para los trans como para tener que sufrir lo mismo en un puesto de trabajo.
Lo que tengo ahora en Amazon no ha sido así antes. He pasado por muchas etapas, por ejemplo la negación. Como ya he comentado, ocultaba mi identidad y me hacía pasar por otra persona creyendo que así me iba a poder defender del exterior. Pero el efecto fue el contrario: solo conseguí sentirme peor conmigo mismo. Ir a trabajar era un martirio constante porque sentía pánico. Así que, cuando se me acabó el último contrato, poco a poco fui dejando de acudir a entrevistas de trabajo. También de echar currículums. Y luego dejé de hacer cosas tan cotidianas como comprar el pan o ir al médico. Fue una época que duró más de un año y lo pasé realmente mal.
Por suerte, superé el bache gracias a la gente de mi entorno cercano que me animó a ir al psicólogo quien, a su vez, me proporcionó herramientas para buscar ayuda en el ámbito laboral. Acudí a la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) donde me hablaron del programa de inserción sociolaboral Yes, We Trans y me consiguieron una beca para volver a estudiar. Eso me demostró que podía volver a ser útil. Fue como decirme: «Puedes volver a ser tú. Esto es algo pasajero». Después se pusieron en contacto conmigo desde Amazon, y aquí estoy: conociendo a su gente, aprendiendo a trabajar en sus almacenes y dando charlas de concienciación trans.
Que desde el primer día me llamaron por mi verdadero nombre. Suena sencillo, pero no tener que dar explicaciones es un gran alivio para una persona trans. Antes de estar aquí trabajé en la estación logística de Leganés. No olvido el primer día, cuando vi que sobre el asfalto del parking había pintada una bandera LGTB. Estaba tan nervioso que era incapaz de creer que la hubieran puesto allí para otra cosa que no fuera pisotearla. Eso explica muy bien las experiencias que he tenido en otros trabajos. Sin embargo, no fue para nada como esperaba: rápidamente pasé a ser uno más, que es lo que las personas trans necesitamos. No cuestionar nuestra identidad es lo que nos da fuerza para poder avanzar.
Un tiempo más tarde, estaba realizando una de mis tareas diarias en la estación cuando escuché a los managers hablar sobre una charla que se iba a dar para los empleados del almacén; me interesé desde el momento exacto en el que escuché la palabra «trans». Ahí tenía que estar yo. Así que me puse en contacto con Celia del equipo de formación en Amazon, y pocos días después estaba dando una charla frente a mis compañeros siendo un referente del colectivo. Querían que explicase mi realidad, qué es lo que me había traído a aquí y lo que vivía en mi día a día. Fue genial ver la implicación de mis compañeros, que me preguntaron muchísimas cosas. Poco después me llamaron para dar esa conferencia a nivel nacional y europeo y no dudé en hacerlo: tenía que visibilizar al colectivo. Quién le iba a decir a ese Marcos de 2021 que ahora estaría aquí.
En Amazon rápidamente pasé a ser uno
más, que es lo único que las personas trans
pedimos. Para mí lo que marca la diferencia
es su gente: los compañeros, los de
mantenimiento e incluso los de seguridad
que, cada día que me ven, me saludan
con un “buenos días, Marcos”. Algo tan
sencillo y a la vez tan importante.
Lo cierto es que no he estado antes en empresas tan grandes como Amazon, pero sí que puedo decir que te lo pone fácil. Para mí lo que marca la diferencia es su gente: los compañeros, los de mantenimiento e incluso los de seguridad que, cada día que me ven, me saludan con un «buenos días, Marcos». Algo tan sencillo y a la vez tan importante. Todavía me dan la enhorabuena por la charla cuando me ven.
Quiero pensar que estoy haciendo algo bien por esas personas que ahora están como yo estuve. Merecerá la pena si mi mensaje llega a esa directiva o directivo de otra empresa que decide contratar a una mujer trans, o si alienta a ese hombre que tiene una hija trans y teme lo que pueda pasar en el futuro. Quién sabe, a lo mejor le estoy hablando directamente a ese chaval de 20 años que está tan perdido como lo estaba yo… A él solo le puedo decir que no se preocupe, que todo puede cambiar. En mi caso ocurrió. Hay que tener paciencia y, sobre todo, salir de la cama. Hablo por todos los que tienen miedo y se creen bichos raros en la sociedad. También para aquellos que aún no han llegado a entenderse del todo: no debemos tener miedo a preguntarnos quiénes somos, si nos sentimos cómodos en nuestra vida. A mí me costó mucho. Tuvo que pasar tiempo, pero he salido de ello.
Hay un problema clave y es que en los colegios no se habla apenas de identidades y orientaciones. Por eso, cuando creces y te haces adulto puedes llegar a no entenderte al 100% precisamente porque te falta ese conocimiento. Además, es mucho más difícil cambiar la forma de pensar cuando ya llevas mucho vivido que cuando eres joven: tienes que desaprender todo lo que habías creído hasta ese momento. Por eso es tan importante que en el entorno laboral se hable de qué es ser cis, trans, gay, bisexual o asexual. Existen tantos términos porque, al final, todos intentamos encajar. Por eso necesitamos los colectivos. Personalmente, estoy muy orgulloso de formar parte del colectivo trans, pero también del colectivo Amazon. Las dos cosas se compenetran y ambas me ayudan a seguir avanzando como persona. Porque todavía me queda mucho por recorrer.