Escrito por: Luis Meyer
Fotografía: Rafael García
Vídeo: Borja Rebull
El padre de Miguel Luna no daba crédito. «Hasta que no vea cómo le das a la pantalla del móvil y se pone a regar a kilómetros de aquí, no me lo voy a creer». Este joven técnico lo llevó a uno de los terrenos de producción agrícola que ambos gestionan (en la comarca zaragozana del Aranda), para que lo viera in situ: encendió su smartphone, abrió la aplicación, le dio al botón correspondiente y, como por arte de magia, se encendió la bomba de agua y empezaron los goteos.
«Se quedó fascinado», recuerda Miguel, «mi padre siempre ha sido un hombre de campo y yo empecé en esto por él; por primera vez, estaba viendo cómo la tecnología podía cambiarlo todo». La tecnología a la que se refiere en este caso tiene un nombre: Spherag. Se trata de unos dispositivos IoT (el internet de las cosas) armados con sensores que se colocan en puntos estratégicos de un cultivo y pueden controlarse sencillamente desde una aplicación de móvil. No solo se puede poner en marcha un regadío desde kilómetros de distancia, también se puede programar, monitorizar y, en definitiva, optimizar al máximo su rendimiento. ¿El resultado? Una gestión mucho más eficaz que puede generar un ahorro de hasta un 40% del agua utilizada.
«Nos mueven los retos que tienen
los agricultores, a nivel climático
y de escasez de agua»
Este dato no es baladí: según recientes datos de la Unesco, la agricultura consume actualmente entre el 60 y el 70% del agua dulce, una cifra que podría incrementarse hasta un 19% en 2050. «Somos un grupo de gente, principalmente de Aragón, a los que nos mueve mucho nuestra zona y el reto que tenemos por delante todos, pero especialmente los agricultores, a nivel climático, de escasez de agua, de requisitos y estándares de calidad, etcétera», explica Jesús Ibáñez, CEO y fundador de Spherag, un proyecto que ya cuenta con una alta penetración no solo en Aragón, sino toda España y en 18 países, con más de 1000 fincas digitalizadas.
Por medio de la tecnología inalámbrica y al autoabastecimiento energético a través de una placa solar, los dispositivos IoT diseñados por esta joven empresa tecnológica pueden ser instalados en cualquier punto de la finca y conectados a válvulas de riego, bombas, filtros, abonadores y agitadores, y permite además la monitorización de la presión y el caudal. A través de una plataforma en la nube de AWS, que incorpora servicios de inteligencia artificial, permite una gestión integral de las explotaciones agrícolas al tiempo que se nutre de información de terceras fuentes (imágenes satelitales, estaciones meteorológicas…) y permite controlar en tiempo real los valores del cultivo y actuar según los modelos de riego recomendados, así como realizar predicciones futuras. De esta manera, los agricultores aumentan el rendimiento de sus cosechas al tiempo que ahorran en recursos como agua, fertilizantes o el combustible de desplazamientos ahora innecesarios, con un consumo energético igual a cero: los dispositivos se alimentan de una placa solar.
Spherag permite una gestión mucho
más eficaz que lleva a un ahorro medio
de un 30% de recursos hídricos
«Así logramos reducir la huella y el impacto que la actividad agrícola tiene en el medioambiente», apunta Jesús. «Los clientes nos transmiten que incorporar nuestra solución les está suponiendo mejoras en la gestión, simplicidad, más versatilidad y un día a día más cómodo; antes eran más esclavos de la situación climática y tenían que adaptarse en poco tiempo a nuevas condiciones».
Esto último es algo que valoran mucho de Spherag, como reconoce Miguel Luna: «Antes teníamos que viajar mucho con el coche para cambiar los sectores de riego, porque regamos cada dos horas en quince sectores y no podemos abrir todos a la vez. El ahorro de combustible ha sido grande, igual que el de agua, porque la bomba ahora solo está encendida las horas que necesitamos realmente, y es que, si estábamos de viaje y no podíamos ir a apagarla, estábamos tirando agua». Y añade: «Y todo esto en una sencilla app del móvil, muy fácil de aprender y entender, que nos ha cambiado mucho el día a día. Ahora podemos tener una vida, podemos estar tomando algo con los amigos, en la piscina o directamente cosechando la fruta, y hacer todos esos cambios de sectores de riego sobre la marcha y a distancia».
AWS ha puesto a disposición del sector
agrícola su tecnología en la nube para una
actividad más sostenible
La idea surgió casi por inercia: Jesús es ingeniero industrial con especialidad en robótica y llevaba tiempo coqueteando con el proyecto hasta que lo puso en marcha en 2020. «Yo venía de trabajar en una empresa de válvulas hidráulicas y en otra de sensores, y me parecía que la comunicación entre esos dos sectores tenía mucho sentido, y además, dándole un enfoque muy sencillo», explica. El apoyo de AWS fue clave para la consolidación de Spherag: «Ha jugado un rol fundamental en el proyecto, desde el principio se han mostrado cercanos, nos han ayudado, han puesto sistemas de inteligencia artificial y recursos a nuestra disposición para poder aprender, y trabajar con ellos nos ha dado acceso a una serie de servicios que permiten que la solución sea muy escalable a nivel global y estar explorando constantemente nuevas opciones. El despliegue de equipos en las diferentes regiones de infraestructura, como la que AWS ha abierto recientemente en Aragón, con la robustez que tenemos es sin duda gracias a AWS».
David Redondo tiene una explotación agrícola en Sestrica, Zaragoza, y también ha dado el salto tecnológico con Spherag. «Lo que nos animó fue, sobre todo, que la instalación es muy sencilla, no hacía falta una compleja infraestructura ni conocimientos avanzados. Cuando cambiamos de cultivo, que es algo que en vivero hacemos todos los años, podemos hacer la instalación en un solo día. Y nos permite cambiar el riego de un lado a otro de forma instantánea o, en los días de lluvia, apagarlo desde cualquier sitio en el que estés, con lo que ahorramos mucha agua, algo que nos supone mucho, puesto que regamos 60 000 plantas por hectárea». Una experiencia que refleja muy bien el sentido de Spherag: «Lo que nos mueve es facilitar la vida de los agricultores, ni más, ni menos», resume Jesús.